miércoles, 16 de junio de 2010

VIVENCIAS EN UN TRAMO DE LA VÍA: SULLANA - ALAMOR

POR: WILFREDO ATOCHE RAMÍREZ
                                                     
Vaya el presente, en honor al 64º Aniversario del Distrito de Salitral. En cuyas vivencias cotidianas siempre ha existido el tramo carretero que pasa por el pueblo, como un gran complemento económico - social de ayer, hoy y siempre.
¡Allí…! Junto al puente, de la carretera Sullana – Querecotillo, donde pasa la acequia. Un grupo de hombres salitreños recordaba la sacrificada tarea que habían tenido sus ancianos abuelos, cuando empezaron a vivir aquí. Haciendo las primeras casas del caserío y recién a preparar los terrenos para sembrarlos ¡mientras… tenían que buscárselas en otra cosa!
Decidieron llevar y traer diversa mercadería, en obedientes piaras de burros y mulas. ¡Una vez al mes! Desde el caserío de Salitral hasta Catacocha y Celica, frontera con el Ecuador.  Para esta dura travesía siempre se utilizaban algunas trochas de la pronta carretera Sullana – Alamor. Cortando camino, subiendo y bajando cerros y descansando incómodamente en terrenos desabrigados.
- Cómo habrán sufrido los abuelos- comentaba el grupo.
¡Allí…! Junto al puente de la carretera…. donde pasa la acequia, que le daba agua la pueblo de Salitral, este grupo de hombres salitreños, hacía grata la madrugada con diversas conversaciones o “cachitos” de tal o cual persona. Mientras, de forma muy diestra: bajaban, llenaban y subían los barriles llenos de agua sobre las fricas fijadas en el singular sillón de madera, puesto con sus respectivos “suaderos” en el lomo de los burros. Pero una madrugada de los años 50, una tenue luz aparecía por la esquina transversal Arequipa, la luz… se acercaba a la acequia, los hombres vociferaron:
-    ¡Es Flor de Lapa!- el carro que ha comprau don Claudio Cruz Prieto… ¡se lo ha comprau a los turcos, cuando vinieron a Salitral!
Lo siguió, don Lauterio “Quirijo” Ramos, fue a Piura a comprar un carro, en la casa comercial… ¡no querían atenderlo! Muy nervioso… ¡vació el costalillo lleno de billetes al escritorio del gerente! Así, se compró la góndola “NOEMÍ”. Pero se negó a comprar “gata” del carro. Aduciendo.
- Para que tantas gatas, si ya tengo 2 de esos animalitos en mi casa.
¡Allí…! Por el puente de la carretera, sobre la acequia pasaban cotidianamente los clásicos carros: “La norteña”, manejada por el muy concentrado Abraham Ramírez, “La Laika” donde el cholillo era el dueño, “Mananay”, “La Perla del Chira”, conducida con gracia por don Camanejo, “Calesiano” que en cada distancia prendían el motor dando vueltas a la manija, “La Cunita”, “Allí viene mi Cholo”, “Mi Viviana” donde Lucho Barba manejaba dormido.
En la flamante cinta oscura de la carretera Sullana – Alamor, pasarán cada vez, infinidad de vehículos de todo tipo, empezando  por los cultivos de Marcavelica, luego Salitral y Querecotillo internándose en los bosques secos de Lancones hasta llegar a integrar todo el medio chira con la frontera. Brindándole progreso… en base a la fluidez comercial.

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